Poco tiempo después de iniciarse uno en el coleccionismo de lápices, no tardaron en salir miradas de admiración hacia las etiquetas, vitolas, envoltorios, cajas, estuches y demás útiles y sugerentes "sets, kits o packs" en los que cuidadosamente presentados venían los ejemplares que iban llegando a Pencilvania.
Al igual que en otros bienes de consumo, como los huevos por ejemplo, agrupar los lápices en docenas y sus derivados ha sido la tónica mantenida hasta nuestros días. De hecho, en la industria lapicera se conoce como "gruesa" a la suma de 12 docenas de lápices. Por este motivo, y sin darnos prácticamente cuenta, resulta que casi hemos ido avanzando en dos colecciones complementarias: una de lápices, y otra de variados continentes de los mismos. Por supuesto que el bolsillo se ha resentido, pero al final, el visitante de turno, suele agradecer la observación de estos sugerentes y utilísimos envoltorios.
Nos ha parecido providencial lanzar este post sobre la "indumentaria" de los lápices empezando por una gran marca, que duda cabe, y por una histórica y preciosa caja que contiene algunos secretos. Sólo nos falta algún confidente...